Su olor era diferente, olía a una estación que aún no se
había inventado, a un continente aún por descubrir pero que yo podía oler a kms
de la costa; mostrándome su cuello perfecto yo ya soñaba con un paisaje y yo
imaginé mis labios allí plantados como una bandera, la bandera de mi
liberación; de pronto sentado allí sintiendo el calor de su cuerpo todo se hizo
perfecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario