- Te
gusta el amor?- preguntó mirando muy fijamente hacia delante, donde se levantaba la
alzada de una barca coloreada de blanco y con una franja azul.
- + Antes de
este verano lo leia en los libros y no entendía por qué los adultos se
acaloraban tanto. Ahora lo sé, provoca cambios y a las personas les gusta que
las cambien. No sé si me gusta, pero ahora lo tengo y antes no.
- - Lo tienes?
- + Sí, me
he dado cuenta de que lo tengo. Empezó con la mano, la primera vez que me la
mantuviste sujeta. Mantener es mi verbo preferido.
- - Qué cosas mas graciosas dices. Estás enamorado de mi?
- + Se dice
así? Empezó por la mano, que se enamoró de la tuya. Despus se enamoraron las
heridas que se pusieron a curarse a toda prisa, la tarde que viniste a verme y
me tocaste. Cuando saliste de la habitación, me sentía mejor, me levanté de la
cama y al día siguiente estaba en la playa.
- - Entonces,
te gusta el amor?
- + Es peligroso. Provoca heridas, y después, a causa de la justicia, más heridas. No
es una serenata en el balcón, se parece a una marejada de abrego, revuelve el
mar por encima y por debajo lo remueve. No sé si me gusta.
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