Páginas

viernes, septiembre 27

Cada vez amo más a este tío...

¿ASÍ QUE QUIERES SER ESCRITOR?

Si no te sale ardiendo de dentro,
a pesar de todo,
no lo hagas.

A no ser que salga espontáneamente de tu corazón
y de tu mente y de tu boca
y de tus tripas,
no lo hagas.

Si tienes que sentarte durante horas
con la mirada fija en la pantalla del ordenador
o clavado en tu máquina de escribir
buscando las palabras,
no lo hagas.

Si lo haces por dinero o fama,
no lo hagas.

Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama,
no lo hagas.

Si tienes que sentarte
y reescribirlo una y otra vez,
no lo hagas.

Si te cansa sólo pensar en hacerlo,
no lo hagas.

Si estás intentando escribir
como cualquier otro, olvídalo.

Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,
espera pacientemente.
Si nunca sale rugiendo de ti, haz otra cosa.

Si primero tienes que leerlo a tu esposa
o a tu novia ó a tu novio
o a tus padres o a cualquiera,
no estás preparado.

No seas como tantos escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman a sí mismos escritores,
no seas soso y aburrido y pretencioso,
no te consumas en tu amor propio.
Las bibliotecas del mundo
bostezan hasta dormirse
con esa gente.

No seas uno de ellos.
No lo hagas.

A no ser que salga de tu alma
como un cohete,
a no ser que quedarte quieto
pudiera llevarte a la locura,
al suicidio o al asesinato,
no lo hagas.

A no ser que el sol dentro de ti
esté quemando tus tripas, no lo hagas.
Cuando sea verdaderamente el momento,
y si has sido elegido,
sucederá por sí solo y
seguirá sucediendo hasta que mueras
o hasta que muera en ti.

No hay otro camino.
Y nunca lo hubo.

Charles Bukowski

Im in love with summer, I love her smile, I love her hair, I love her knees, I love this heart shape birthmark she has on her neck, I love the way she sometimes licks her lips before she talks, I love the sound of her laugh, I love the way she looks when shes sleeping, I love how I hear this song every time I think of her, I love how she makes me feel, like, anything is possible, I dont know, like life is worth it.l

lunes, septiembre 23


viernes, septiembre 20

- ¿Te preparas para otra guerra?

+ Oh, ahora no. 
Ahora estamos en ese dulce periodo en el que todos están de acuerdo en no repetir los recientes horrores. Sin embargo, esta coincidencia colectiva no suele durar. Somos seres inconscientes y estúpidos con mala memoria y un don para la autodestrucción. 

martes, septiembre 17

Verano


Disculpen el retraso.
Estaba aferrado a la barra, pidiendo la última, con las luces encendidas y gritando “Del barco de Chanquete no nos moverán” mientras los puertas me sacaban a rastras del verano.
Qué quieren que les diga. Nunca he encajado demasiado bien esto de que se acabe el verano.
Será que septiembre sabe a copa aguada, a derrota en la prórroga y a beso de despedida. Será que el verano siempre se va con los zapatos en la mano y sin dejar una nota en la mesita de noche. Será lo que sea que será.
Y no es que septiembre no me guste. Es que el verano me gusta demasiado.
Septiembre es como quedar a cenar con una chica justo después de una apasionada relación de varios meses con la que crees que es la mujer de tu vida, una mujer que va siempre en bikini, vive en la playa y está perpetuamente morena y de juerga, bebiendo copas en el bar de la playa y moviendo la cintura al ritmo de Carlinhos Brown.
O de Jimi Hendrix.
Ay.
(Suspiro).
No eres tú, Septiembre. Soy yo.
Septiembre siempre acaba volviendo. Como los supervillanos archienemigos de las películas que, cuando parecen muertos y enterrados, sacan el puño enhiesto de entre la grava en la última escena, sedientos de venganza.
Así es septiembre. Siempre vuelve. Siempre tiene la última palabra. Como Darth Vader, el Joker o tu madre.
Espero que hayan tenido un verano divertido. El mío ha sido intenso, que es como tienen que ser los veranos.
Ha sido un verano inolvidable.
Ojalá hubiera sido interminable.





martes, septiembre 10


lunes, septiembre 2

Vivir


Hay una cosa que hago muy bien (igual hay incluso dos, pero no os quiero abrumar con mis virtudes): yo me emociono mucho. Sí. Cuando toca emocionarse, me lanzo. No soy reflexiva en esto de la emoción. No escatimo en emoción, no guardo reservas anímicas, no, yo voy a por todas (y esto explica bastantes cosas). Porque es muy distinto evitar vivir encadenado a tus propias expectativas que vivir tus experiencias agazapado ante un posible fracaso.
Pondré un ejemplo por si no entendéis a qué me refiero (como si estuviera exponiendo una tesis sobre Schopenhauer). Conoces a alguien que te gusta mucho y durante los primeros días te convences de que no debes hacerte ilusiones, no vaya a ser que la cosa salga mal. Pero a ver, yo pregunto: ¿a alguien le ha funcionado pensar en que va a ir mal y que cuando, efectivamente, vaya mal no le afecte porque ya sabía que iba a ir mal? Si es así, por favor, que levante la mano, que dé un paso al frente o que tire la primera piedra (con algo de habilidad se pueden hacer las tres cosas a la vez).
A veces, tampoco muchas, las cosas van sospechosamente bien. Es entonces cuando empezamos a vivir con escepticismo, esperando que todo forme parte de una broma del destino, que es un cachondo mental. Salimos a la calle pensando que tarde o temprano se acercará alguien con un ramo de flores a decir: “¡Inocente! Que no te han ascendido, ¡que en realidad te han despedido!” “Que no, que no quiero salir contigo, ¡la que me gusta es tu amiga!” “Que no era un resfriado, ¡es una tuberculosis!”. Y caminamos despacito, como si fueran a darnos un susto en cualquier momento: “Me va bien, sí, pero no voy a emocionarme mucho porque nunca se sabe…”. Pues si no te emocionas ahora que va bien, luego, cuando vaya mal, tampoco será el momento para emocionarte, y esto quiere decir que la vida se queda sin huecos donde insertar la emoción. No te puedes poner contento cuando estás contento por si luego estás triste y no te puedes poner contento cuando estás triste porque, como todos sabemos, sería una flagrante contradicción. Y ponerte contento cuando estás neutro resultaría muy desconcertante.
¿Por qué evitar vivir las cosas con intensidad creyendo así prepararnos ante un futuro declive? ¿Estamos abocados a una vida preventiva?
Todo, en algún momento, irá mal. Estaremos tristes, nos dejarán tirados, la persona que nos gusta preferirá a otra persona, la persona que nos gusta nos preferirá a nosotros para acabar prefiriendo a otra persona, preferiremos a una persona que no nos prefiere en vez de a esa que nos prefiere a nosotros (no sé si este concepto ha quedado claro) perderemos el trabajo, meteremos la pata con la gente a la que queremos, nos sentiremos solos y a veces incluso lo estaremos, perseguiremos objetivos que jamás alcanzaremos y luego, ya con todo, moriremos. (Un momento, me estoy deprimiendo)
Pero quiero pensar que la única manera de prepararse ante ese acechante fracaso, es vivir rendido ante esa posible felicidad. Así al menos nos iremos de este mundo sabiendo que hicimos lo que pudimos para convertir nuestra vida en un viaje emocionante. Porque lo es


B.A