Páginas

jueves, octubre 31

Mother Teresa


“People are often unreasonable and self-centered. Forgive them anyway.
If you are kind, people may accuse you of ulterior motives. Be kind anyway.
If you are honest, people may cheat you. Be honest anyway.
If you find happiness, people may be jealous. Be happy anyway.
The good you do today may be forgotten tomorrow. Do good anyway.
Give the world the best you have and it may never be enough. Give your best anyway.
For you see, in the end, it is between you and God. It was never between you and them anyway.”

domingo, octubre 27


No voy a decir que he vuelto. Porque sólo vuelven los que se van y yo nunca me he ido. Yo siempre contigo, de una forma u otra. Qué más da.
Qué más da que se acerque el otoño mientras tú y yo podamos seguir haciendo el verano. Nuestro verano, cosa de dos.
Que es verdad que llevo unos meses perdido, para qué nos vamos a engañar. Pero que si tú no me lees yo te escribo. Que cuanto más te olvidas de mí más me encargo yo de recordarte. Y si no me puedes perdonar por lo menos hazte la loca y deja que muera, como otros tantos, poco a poco por tu boca. Si soy uno más o uno menos decídelo luego. Vente conmigo.
Queda aún mucho verano por disfrutar.
Te quería contar que los amores vacíos han llenado estos meses.
Mientras escuchaba al gran Sabina, qué ironía. No puedo jurar que me engañaba cuando me mentía.
Pero bueno.
Ahora que se acerca el otoño ya puedo preguntarte qué tal te ha ido. Y se repetirán nuestras conversaciones del día de tu cumpleaños, Navidad o tu Santo. Ya sabes que no soy muy original buscando excusas o fechas para hablar contigo.
Es curioso ver como con los años me sigues contestando igual a pesar de mis inútiles intentos por cambiar las preguntas. Te diste cuenta ya hace mucho tiempo de que todas mis preguntas quieren saber lo mismo.
Y yo sigo empeñado en preguntar.
Es inevitable.
Los tontos somos así y cuando la cagas con una chica se te queda cara de tonto para toda la vida. Por eso marco tus días especiales en mi calendario. Aparecen como triángulos rojos, como muros de las lamentaciones donde poder comprar un trocito de cielo, para poder volver al Edén de donde me expulsaste.
Lo que para ti es tu cumpleaños para mí es el día anual de la conmemoración a mi capullez, a mi facilidad para meter la pata y a mi capacidad para pedir perdón cuando ya no queda nadie para escuchar.
Y lo peor es que creo que le he cogido cariño a tu indiferencia.Y soy tan masoca que me gusta este pequeño drama personal mío.
Si algo tiene Septiembre es que es el verdadero Año Nuevo del universitario. El mes de las oportunidades, de los propósitos, del querer ser e intentar que sea.
Volver a empezar. Pero no otra vez.
Te quería decir que no quiero zonas grises. Que el único color que quiero ver es el azul de tus ojos. Déjame que te diga que este año no se tiene por qué acabar el verano. Que no hace falta que llegue el invierno para darme cuenta de lo que quiero.

Que yo sólo quiero hacer el verano contigo


sábado, octubre 26


El ritual llamado “Ceremonia nupcial” es realmente la escena final de un cuento de hadas. No te cuentan lo que pasó después, no te dicen que la Cenicienta volvió loco al príncipe con su obsesión de limpiar el castillo. No nos dicen lo que pasa después porque no hay un después. Es como cuando vamos al cine y vemos a los personajes besarse en la pantalla y sube la música… y nos lo tragamos, ¿no? Y cuando salgo con mi pareja, si cuando me da el beso de despedida no oigo la Filarmónica en mi cabeza, lo planto. La cuestión es… ¿Por qué nos lo tragamos?
Nos lo tragamos porque aunque sea un mito o una manipulación en el fondo todos queremos enamorarnos porque esa experiencia nos hace sentir completamente vivos. Los sentimientos se elevan, nuestras emociones aumentan, la realidad cotidiana se hace añicos y salimos despedidos hacia el cielo. Puede que solamente dure un momento, una hora, una tarde… pero eso no disminuye su valor porque nos quedan unos recuerdos que guardaremos toda nuestra vida. Mientras escuchamos La Boheme o Turandot, o leemos Cumbres Borrascosas o vemos Casablanca, un poco de ese amor también vive en nosotros. Así que, la cuestión final es: ¿Por qué la gente busca el amor cuando éste tiene una caducidad limitada y puede ser aniquilador? Yo creo que es porque, como algunos de vosotros ya sabéis, mientras dura… te sientes de puta madre.


El amor tiene dos caras

viernes, octubre 25


jueves, octubre 24



Jonathan Trager, prominent television producer for ESPN, died last night from complications of losing his soul mate and his fiancee. He was 35 years old. Soft-spoken and obsessive, Trager never looked the part of a hopeless romantic. But, in the final days of his life, he revealed an unknown side of his psyche. This hidden quasi-Jungian persona surfaced during the Agatha Christie-like pursuit of his long reputed soul mate, a woman whom he only spent a few precious hours with. Sadly, the protracted search ended late Saturday night in complete and utter failure. Yet even in certain defeat, the courageous Trager secretly clung to the belief that life is not merely a series of meaningless accidents or coincidences. Uh-uh. But rather, its a tapestry of events that culminate in an exquisite, sublime plan. Asked about the loss of his dear friend, Dean Kansky, the Pulitzer Prize-winning author and executive editor of the New York Times, described Jonathan as a changed man in the last days of his life. "Things were clearer for him," Kansky noted. Ultimately Jonathan concluded that if we are to live life in harmony with the universe, we must all possess a powerful faith in what the ancients used to call "fatum", what we currently refer to as destiny.

miércoles, octubre 23

La podré haber visto, qué, cien veces?

Primos




martes, octubre 22

¿QUÉ ES LA RECENA?

La recena es el final de una gran noche y el principio de una buena resaca.

La recena es compañía pero nunca multitud. Eso es un after.

La recena son gnochis al gazpacho mientras ríes en susurros para no despertar a tu familia. Es esperar lo que queda de noche para que se haga de día. Y luego pasarte el día esperando a que sea de noche.

La recena es nata en el pelo. Son las colas en los 24 y los discos de tus padres por el suelo. Es cortar fuet sin miedo a quedarte manco, vaciar la despensa y hacer comida para un regimiento. Es Masterchef.

Es no tener dinero para volver a casa, haber llegado en bici y bailar descalzo. Y sobre todo que no te importe. Es aguardar a que alguien invente la teletransportación que te meterá en la cama.

Los amigos. Los ligues. No los pillajes. Esos te llevan a desayunar, no a una recena. Esos te acompañan a casa pero no a una recena.

En la recena hay confianza. Estás tranquilo, arreglas el mundo. Lo típico, good vibrations. Conversaciones profundas y unas cerves. Muchas cerves. Las mejores ideas se tuvieron en una recena. Lo del garaje de Jobs no está mal pero seguramente se montó todo en una recena.

Los sueños y el futuro. Ay, maldito futuro. Hacerse mayor, dejar de creer. No, tú no estás en la recena. Aquí solo cuenta el presente. Películas, libros, canciones, salidas, restaurantes, viajes, exposiciones… ”Todo lo que se te ocurra en la ducha” dijo un maleante. “La buena vida” añadió el disfrutón empedernido.

La buena vida. Las cosas buenas de la vida. Eso es. Eso es lo que encontrarás en LA RECENA.



Mantener


Salimos a respirar, 
ella tenía aún su mano en la mía. 
Mantener es mi verbo preferido, había sucedido.
 ¿Cómo lo sabrá? Pensé y me contesté: lo sabe y ya está. 
Nunca había tocado algo tan liso hasta entonces. Ahora no se si hasta hoy. 
Se lo dije, que la palma de su mano era mejor que el hueco de la caracola, mientras volvíamos a la orilla, tras habernos soltado.

lunes, octubre 21

Para que vuelvas


A lo mejor me quedo aquí.
A lo mejor espero a que decidas que ahí fuera hace mucho frío.

O al revés, a que ya no quieras que te caliente el sol.
A lo mejor sigo aquí, por si vuelves.

Y si vuelves, para que vuelvas.
Si vuelves es probable que yo me vaya. Porque al fin y al cabo a eso jugamos. A que cuando tu vas yo vuelvo y a que cuando tu vuelves yo ya me he ido y he vuelto dos veces.
La ecuación es fácil. Tu sí, yo no. Yo sí, tu no.
Para que vuelvas.

Que tú y yo sólo queremos lo mismo cuando queremos matarnos. No sé si a besos o a golpes. Pero matarnos. Matarnos como el sol mata a las mismas plantas que tampoco pueden vivir sin él. Nadie les explica el concepto de protección solar.
Nunca nos protegemos lo suficiente del peligro.

Sólo así. 
Porque sólo así vuelves tú. Porque si vuelves para otra cosa, a mi ya no me gusta.
Que uno nace incendiario y muere bombero. Que tus cenizas nunca se cansan de apagar mis llamas. Que si me llamas, paso de cogerlo. Que las cenizas, al fin y al cabo, sólo son eso: cenizas.
Que si, que todo lo que sube baja y que todo lo que entra sale, pero tu ascensor se quedó parado entre el cuarto y el quinto mandamiento de mi ego personal y yo entré despacio pero salí corriendo. Como siempre.
Y joder que si corrí. Corrí tanto que, por si vuelves, que sepas que probablemente esté allí. Si, allí. Donde te dije que estaría si algún día a ti te daba por marcharte.
Y todavía tendré que darte las gracias por las vistas.

Espero que esperes que merezca la pena. Espero que esperes que me vaya bien.
¡Qué menos! Eso es lo que hace la gente como nosotros. Desearse cosas que no desean con el deseo de que pase todo lo contrario.

Espero que no esperes que te espere.
En fin, todo esto: para que vuelvas.

Que sí, que somos así. Que tus ojos no eran color miel y que yo tengo muy mal café. Es lo que hay. Que si tu lo querías con hielo yo lo quería caliente y que cuando tenias frío venias a buscar mi calor. Así, de repente. Que se derritan los polos.
Que tu única convicción eran tus dudas y que los ojos negros nunca fueron tan claros. Que si pretendes que el barco avance sin remar, lo siento mi Capitán, pero que paren el burro que yo me bajo aquí. Que al final nada, y que quien nada no se ahoga.
Que si una vez duele, dos veces duelen más. Y tres ya ni te cuento.
Pero a la cuarta fue la vencida, y yo que siempre he sido de apurar convocatorias, a lo mejor te espero. Aunque sea para volver a dejar el examen en blanco.
Como tu sonrisaVaya, ahora recuerdo por qué siempre era yo quien volvía.

Así que voy a sonreír en blanco, para que flipes en colores. A partir de ahora, los cafés de dos en dos: uno ardiendo y otro helado. Por fastidiar. Pienso remar hasta no sentir los brazos, y si tengo que convencer al burro de que es un caballo, lo haré.
Que yo ya no suspendo, que paso de septiembre. Los finales del verano nunca trajeron nada bueno. Que si quieres volver, que vuelvas. Y si no, que te vaya bien. Saluda a tu bipolaridad de mi parte. Hace tiempo fuimos buenos amigos.
Para que vuelvas.
Que si hay que morder se muerde pero yo, los perros, los prefiero que no ladren.
Que a veces mientes tanto que casi te vuelves de madera. Que oye, lo siento, pero yo no soy Rihanna.

Que las únicas vueltas de campana que llaman tu atención son las que puedo dar con el coche. Que tú siempre fuiste de finales amargos, pero a mi siempre me gustaron mas Thelma y Louise.
Que lo creas o no, han descubierto que hay vida mas allá de la montura de tus gafas de aviador.Que podría escribir todo esto de manera mas ordenada, pero que yo en mi desorden siempre encuentro las cosas. Y que no me da la gana.
No me da la gana, no me da la gana, no me da la gana…
Hoy, si quiero, puedo tener cinco años.

Cinco, como las veces que saltó tu contestador. Nunca entendí por qué la voz del contestador siempre es de mujer, ¿Los hombres no pueden dar un recado?
Da igual.
Es igual.
Sigues igual.
Me da igual.
Es la primera vez que me resultan útiles aquellas aburridas clases de lengua. Mejor no hablemos de lenguas, mejor solo mordérsela. Silencio.
En silencio. 
Así, como a ti te gusta.
Sin avisar.

Para que vuelvas.
Que seas un avión y ya hago yo de torre. Que vengas a atravesarme y partirme en dos. Que me caiga de tal manera que nadie lo entienda y parezca que lo he hecho a posta. Y que como no tengo un hermano gemelo, lo hagas dos veces. Doble o nada.
Que no se tú, pero yo la horchata me la bebo.
Espabila.

Por si vuelves,

Para que vuelvas.